¿Cómo lo hago? Tu pareja se tumba de espaldas, con la cabeza sobre un cojín. De rodillas detrás suya, comienza por la frente; haz un suave recorrido con tus dedos desde la nariz y ve hasta el nacimiento del cabello, alternando mano derecha e izquierda. Repite este movimiento una docena de veces variando la intensidad de la presión, según los deseos de tu compañera. Para terminar, pon las palmas de la mano sobre sus sienes y mantén la posición durante dos minutos.
¿Por qué es tan bueno? Porque esas caricias estimulan el centro energético situado detrás de la frente, lo que llamamos el "tercer ojo". Resultado: las tensiones se relajan, el estrés desaparece, un sentimiento de bienestar se apodera de la persona.
El mejor momento para hacerlo: a primera hora de la tarde, ¡para entrar en faena! Se recomienda hacerlo de una forma más bien suave; será el preámbulo ideal para otro tipo de masajes con mayor carga erótica. Aunque no tengas ninguna experiencia, este masaje es fácil de hacer, además de rápido, y te permitirá familiarizarte con el contacto físico mutuo.
La idea: Para erotizar aún más tus caricias, no dudes en realizar pequeños movimientos circulares sobre el cuero cabelludo, rico en puntos de estimulación sexual.
A tener en cuenta: La oreja es una zona ultra sensible y altamente erógena, que, una vez estimulada, envía un impulso eléctrico directamente a la tripa. Aprovecha y hazle cosquillas con la lengua o con tu aliento. Pero ¡cuidado! No a todo el mundo le gusta que se le acerquen demasiado a la oreja. Así que déjalo a la primera señal de rechazo.