Técnicas para la Masturbación Femenina II

     Se habla tan poco de la masturbación femenina que una práctica que se puede considerar íntima y natural, en las mujeres es totalmente secreta.

     Se sabe tan poco de ella que muchas mujeres crecen con la sensación de ser las únicas que lo hacen, hasta que la realidad salta ante sus ojos. Es precisamente, ese aprendizaje del autoplacer en solitario y en silencio, sin referencias, lo que impide a muchas mujeres sentirse seguras de lo que están haciendo. Por eso, con frecuencia, tienen la sensación de que, quizás, podrían hacer las cosas mejor de cómo lo hacen.


Los Puntos Clave

     El clítoris es la parte más sensible y placentera del cuerpo de la mujer. El estímulo directo del clítoris lleva la mayoría de veces al orgasmo.

     Puede realizarse de diferentes maneras, prueba y descubre cual es tu preferida: puedes hacer movimientos giratorios, poniendo tu dedo pulgar e índice alrededor del clítoris y haciéndolo girar suavemente entre tus dedos; darle un masaje circular y presionándolo con tus dedos; también puedes darle golpecitos (para ello, con una mano debes echar los labios vaginales hacia atrás para que el clítoris quede muy expuesto y con un dedo de la otra mano darle ligeros y suaves golpecitos). Algunas mujeres disfrutan más con una presión directa del clítoris, mientras que otras prefieren acariciar los laterales.

     En la vagina, prueba a rastrear los pliegues y el área que la rodean. Presta atención a los pliegues internos sensibles, llamados labios menores. Pero el camino más seguro para llegar al mejor orgasmo es no concentrarse en un solo punto del cuerpo. Recuerda que en el clítoris no empieza y termina el placer de una mujer. Estimular el clítoris y la vagina a la vez y si es posible, jugar también con otras partes erógenas del cuerpo es la vía más segura al clímax.

     Masturbarse es una inmejorable vía de encontrar los puntos más sensibles de la vagina. Recientes estudios afirman que existen dos zonas muy sensibles, una en la parte superior de la pared interior (punto G) y otra en la parte inferior de la pared posterior. Buscar las zonas erógenas vaginales con la ayuda de tus dedos es una buena forma de conocer tu cuerpo y de disfrutar con ello.