Cunnilingus o Sexo Oral

     Consiste en la estimulación con la boca y con la lengua tanto del clítoris como de los labios mayores y menores de los genitales, que están situados a orillas del clítoris. La lengua, con su textura única, húmeda, suave y experta en crear movimientos y ritmos se convierte en un instrumento de estimulación básico y de gran intensidad. Chupar, lamer, comer el clítoris y el resto del sexo de la amante es una de las experiencias sexuales más tentadoras y placenteras para muchas mujeres. Esto se debe a que tanto la lengua como el clítoris son dos órganos poderosamente sensibles, por lo que su unión siempre conlleva escandalosas sacudidas de los sentidos.

Tardé unos veinte segundos en correrme con su lengua. Sólo unos instantes más de lo que tardé en enamorarme.

     Muchas amantes se preguntan cuál es la mejor manera de realizar un cunnilingus. Esta práctica, como cualquier otra, requiere de tiempo y de experiencia para poder llegar a ser una experta en el arte de excitar oralmente el sexo de la mujer con la que se intercambian fluidos corporales. Pero, una vez más, hay que tener en cuenta que cada mujer tiene sus propias preferencias. También hay que considerar que los gustos y apetencias pueden variar a lo largo del tiempo. Así, la pericia adquirida en el cunnilingus realizado a una pareja sexual determinada no garantiza satisfacer a todas y cada una de las amantes utilizando la misma forma de estimulación oral.

¿Qué es lo que determina el tipo de estimulación clitoriana que le gusta a ella? Sin duda, un elemento clave es la sensibilidad de su vulva y de su clítoris, ya que varía en cada una de nosotras. Hay mujeres que prefieren un toque lento y suave, otras rápido y firme, algunas prefieren variaciones en el ritmo y otras mayor constancia.


     Para encontrar la forma idónea de estimularla, podemos utilizar varias estrategias. La más sutil es observar las señales que emite su cuerpo ante las diferentes formas de estimulación, hasta descubrir cuáles le producen mayor placer. Estas señales pueden ser expresiones faciales, gemidos o aceleraciones estrepitosas de la respiración.

     Otra manera, sin duda más directa, consiste en preguntarle abiertamente y/o pedirle que su mano actúe como guía para de ese modo aprender sus preferencias estimulatorias en el clítoris. Al igual que con la estimulación manual del clítoris, cuando realizamos el cunnilingus es importante hacer algunas recomendaciones. Se puede dedicar tiempo a la previa estimulación de otras zonas para aumentar así la sensibilidad del clítoris, estimularlo al completo, no sólo la parte que de él sobresale, o mantener la misma presión y ritmo cuando se está llegando al clímax.

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Fuente: Tu dedo Corazón