Estimulación Manual del Clítoris


     Nuestro clítoris es un órgano muy sensible donde la sangre fluye y se convoca, capaz de ofrecernos sensaciones incomparables, de procurarnos orgasmos escalofriantes ahí donde nuestras terminaciones nerviosas se concentran de manera casi ilimitada.

     Sus características lo convierten en una zona erógena dotada para regalarnos placeres sexuales absolutos. Pero el clítoris no sólo está conformado por la parte que podemos ver de él. Internamente continúa, aunque no sea visible al estar tapado por los labios mayores. Su parte oculta también es sumamente excitable, por lo que su estimulación desde el exterior, desde la superficie, es muy recomendable para acrecentar las sensaciones de placer.

     Podemos tentar eróticamente el clítoris con nuestra mano adoptando muchas posturas sexuales. Ya que los cuerpos pueden juntarse de mil formas, en muchas de estas uniones las manos podrán deslizarse en busca de este órgano fiel que seguramente las espera con impaciencia.

"Por suerte, me desperté a tiempo para ver cómo se vestía. Los pocos rayos de sol que asomaban por mi ventana parecían también haber adivinado que se despertaría. Y es que, al igual que yo, centraban su mirada sólo en ella. Enseguida mis manos, que buscaban la luz, se dieron cuenta de que sus bragas sobraban de nuevo."

     Muchas veces preferimos la combinación de la estimulación del clítoris junto a la de otras zonas erógenas como los pechos, la espalda, el cuello, la boca o bien la vagina o el ano. No existen reglas y las posibilidades de hacer bellas manualidades con el clítoris y el resto del cuerpo son innumerables. En la enredadera de las pieles todo vale. No hay una pauta concreta cuando estimulamos el clítoris de nuestra amante, ya que a cada una nos gusta de una manera particular. Pero sí existen determinados consejos que hay que tener en cuenta a la hora de intimar con él:

• En algunas ocasiones, podemos no sentir excitación o incluso sentir molestias al pasar inmediatamente a la estimulación del clítoris. Si dedicamos tiempo previo a estimular diferentes zonas erógenas y en especial las que se encuentran cercanas al clítoris, conseguiremos que la excitación aumente. Así, acrecentaremos la sensibilidad en todo el cuerpo y en nuestro objeto de deseo.
• Realizar una estimulación completa, puesto que existen terminaciones nerviosas en cada parte del clítoris, no únicamente en la visible.
• Mantener el mismo ritmo y presión una vez que está llegando al orgasmo.

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Fuente: Tu dedo Corazón