¡Una chica tiene que comenzar en alguna parte! ¿No? Estoy segura que todas hemos estado en situaciones donde nos quedamos pensando ¿quién es exactamente la contorsionista de feria que hemos metido apresuradamente a nuestras camas? Seamos realistas, no siempre va todo como queremos. Por mi parte, he terminado en una posición poco femenina muchas veces, algunas de las cuales han terminado dolorosamente, no por un corazón roto, sino más bien encajada entre una pared y una cama. Créeme, ¡nadie se ve bien desde ese ángulo! Por lo tanto, aquí hay algunas cosas básicas, a modo de repaso, de algunas útiles sugerencias y consejos para las bellas damas que aún no le han dado un golpe con todo ... Por así decirlo.
Esta posición es la más conocida y la más practicada, se podría decir que es la posición que se hace casi innatamente. Tiene una particularidad, gracias a ella se puede tener sexo cara a cara. Es una postura sencilla: Una chica se recuesta boca arriba, abriendo sus piernas de manera que le permita a la otra estar entremedio de ellas, facilita el besar, mirar a la cara de la amada, el recorrer con la boca zonas erógenas (sobre todo los pechos). Desde esta posición se pueden realizar otras variantes que son parte de la misma.
Las caderas se contornean, las pelvis se buscan, los pechos se encuentran, las piernas se enlazan, y "voilà", surge el tribadismo. Durante el acto de tribadismo, las mujeres presionan y restriegan sus vulvas una contra la otra, estimulándose el clítoris y otras partes erógenas hasta alcanzar el orgasmo. Al igual que el sexo heterosexual el tribadismo se puede practicar por medio de diferentes posiciones. En algunos casos se puede conseguir un contacto directo de labio-con-labio y clítoris-con-clítoris. También hay poses de pubis contra rodilla o muslo y pubis contra pubis. Una variación es que una participante se estimule el clítoris contra los glúteos de su pareja mientras la estimula manualmente.
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Una gran posición para los amantes es la técnica de la cucharita
(Spooning). Es abrasadora y romántica. La talla no importa aquí, y los amantes podrán olvidarse de sus diferencias de altura y entregarse a la lujuria del acto sexual. Sólo tienes que recostarte de costado por detrás y empezar a jugar. Esta posición es ideal para llenar de besos su espalda, y masajear los pezones y el clítoris con las manos libres.
Una posición muy aclamada por gran número de lesbianas es aquella que se conoce con la ilustrativa expresión
"Sit on my Face". Una de ellas se tumba mientras la otra se sienta literalmente en su cara, dejando descansar la mayor parte del peso en sus rodillas, las cuales se sitúan a los lados de los hombros o de la cabeza de la que está tumbada. Una vez posicionadas, la de arriba frota su vulva contra la boca de su compañera.
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