Masajes en los Brazos: Grandes Olvidados

¿Cómo lo hago? Siéntate al lado de tu chica, coge su mano izquierda y pon la derecha sobre su palma, con los dedos en dirección a su hombro. Remonta suavemente desde su muñeca hacia el codo, antes de descender de nuevo por el brazo. Repítelo dos veces. Después, pon las dos manos paralelas sobre sus antebrazos y asciende hasta el hombro ejerciendo una presión uniforme. Vuelve a descender relajando la presión. Repite este gesto varias veces. Para terminar, pon su mano derecha entre las tuyas y masajea su palma con tus pulgares para después deslizar tu dedo índice entre sus dedos. Haz lo mismo con el brazo derecho.

¿Por qué es tan bueno? Muchas veces lo olvidamos, pero el brazo alberga numerosas zonas erógenas, sobre todo en los codos (en el pliegue interior), los puños y las manos. Muy raramente acariciamos estas partes del cuerpo, particularmente sensibles a los masajes. Compruébalo tú misma: un buen masaje en esas zonas procurarán a tu pareja una intensa sensación de placer.

El mejor momento para hacerlo: Cuando sientas que la rutina invade tu pareja y que los contactos físicos diarios son cada vez menos frecuentes. El masaje de brazos las hará descubrir las manos y los hombros de la otra y pondrá de relieve ciertas zonas del cuerpo que normalmente tenéis olvidadas, reservadas a los simples gestos banales de la vida cotidiana.

La idea: Para hacer el masaje más picante, pasa tu lengua entre sus dedos y bésale cuando llegues a la punta.

A tener en cuenta: Debido a su significado simbólico (protegen y miman), el masaje erótico en manos y brazos refuerza los sentimientos en el seno de la pareja, las une más.