Esto sucede por que estos ejercicios de keggel trabajan con el músculo “pubocoxigeo” o también llamado “músculo del amor” que es el encargado de los espasmos del orgasmo.
Dos buenos ejemplos de este ejercicio son:
- Keggel lento: Aprieta los músculos como si intentases detener la orina, tirando de ellos hacia arriba. Contráelos y mantenlos así mientras cuentas hasta 5 respirando suavemente. Luego, relájalos durante 5 segundos más, y repite la serie 10 veces. Intenta aumentar progresivamente el tiempo de contracción y relajación. Empieza por 5 segundos en cada caso hasta llegar a los 20 segundos. Cuanto más tiempo consigas mantener la contracción de los músculos, más fortalecerás tu musculatura pélvica.
Keggel rápido: Contrae y relaja los músculos tan rápidamente como puedas hasta que te canses o transcurran unos 2 ó 3 minutos. Comienza con 10 repeticiones, cuatro veces al día hasta alcanzar las 50 repeticiones diarias.