Porque la pasión se puede conjugar de muchas maneras, Doctissimo te presenta un kamasutra dedicado al amor lésbico. De las más clásicas a las más acrobáticas, descubre 25 posturas sexuales accesibles tanto a principiantes como a expertas en los placeres sáficos.
1. La Degustación
Cómeme.
En esta postura, una de las dos podrá degustar el sexo de la otra. Con la cabeza metida entre sus piernas, la boca está en contacto con su zona más húmeda y la lengua juguetea para darle más placer.
2. La Ofrenda
Ábrete para mí.
Una de las chicas está sentada, con las piernas muy abiertas, bajo el control de la mirada y las manos de la otra… Un dedo sobre el clítoris, el resto de la mano dentro la vagina… todo se conjuga en esta ofrenda de placer.
3. ¡Firmes!
Agárrame.
Una está sentada con la pierna levantada. La otra está de pie sujetándola. Se trata de un equilibrio inestable que solo se mantiene gracias a las caricias dispensadas mutuamente. Es el placer el que sirve de base y el que desequilibra y da estabilidad al mismo tiempo.
4. La Amazona
Déjame tu pierna.
Esta postura requiere flexibilidad y compenetración. Una se dobla hacia atrás, mientras la otra frota su vulva contra la pierna de la primera en busca de placer. La postura en sí es casi tan excitante como el placer de frotarse contra la otra. El goce nace de la unión entre la fuerza y el abandono.
5. La Podadora
Pódame.
Aquí la forma es importante. Es una postura casi gimnástica, como si se tratase de una figura realizada ante un jurado imaginario. Y no lo dudes, la nota final será la más alta, siempre y cuando las piernas permanezcan abiertas y los brazos en triángulo para sostener una cabeza que se deleita de placer.
6. El Aperitivo
Saboréame.
A diferencia de "La trompa de los Andes", la que está siendo degustada puede mirar a su pareja e indicarle verbalmente lo que quiere y lo que le gusta.
7. La Misionera
Penétrame.
El cinturón con vibrador penetra como una espada y aumenta el placer. Se utiliza para sustituir al sexo masculino pero con feminidad, dulzura e intensidad. La mujer adquiere aquí una imagen fálica y reafirma su poder en la clásica postura del misionero.
8. Las Tijeras
Conéctate conmigo.
Los genitales de ambas están totalmente en contacto. La postura de las tijeras permite a cada una abandonarse a su placer bajo la atenta mirada de la otra. La comunicación se hace a través de la respiración, del movimiento… mediante un suave roce, una conexión de la una con la otra.
9. La Varita Mágica
Penétrame.
Tumbada sobre su pareja, con las piernas dobladas y abiertas, la que está siendo penetrada se abandona al vibrador que la explora y la lleva al séptimo cielo. No ha ningún contacto visual. Lo único que está permitido es el vínculo con el placer y el abandono sin límites.
10. Sexo y Corazón
Conéctame.
Esta postura, inspirada en el Tantra, es adecuada tanto para antes como para después del acto sexual. Permite reconectar las energías del corazón y de los genitales, creando una circulación fuerte y suave a la vez entre estas dos partes del cuerpo.
Está bien dejarse llevar y recibir todas las vibraciones que conectan la vulva y el corazón. ¡Abrirse sin límites y sin pudor a la energía de la vida!
11. La Dominadora
Sométeme.
La dominadora somete a su esclava, la ata, y la obliga a aceptar su sumisión con su mirada hacia el suelo. Mezcla de bondage y sado suave, la postura de la dominadora permite a la que somete masturbarse mientras contempla la devoción de su pareja.
Obviamente, ¡los roles se pueden invertir!
12. Tutti Frutti
Frotémonos.
Las dos se entregan a las caricias mutuas. Una estimula su clítoris, mientras la otra excita su vulva frotándose sobre la mano en movimiento de su pareja… De este modo, no se sabe quién acaricia ni quién excita a quién, ni quién va a fundirse antes que la otra en el delicioso abismo del placer extremo.
13. El Perrito
Mírame.
El cinturón con vibrador se utiliza aquí para reproducir la posición del perrito con una penetración por detrás, que permite a la que penetra contemplar el sexo de su compañera.
14. La Silla Mágica
Cabálgame.
La vulva, el perineo y el ano reposan sobre una boca golosa para una degustación delicada o salvaje. La que está tumbada no ve, pero siente. Su mirada está posada a lo lejos, en el placer infinito…
15. La Doble Sentencia
Castígame.
Atada, sometida y entregada, la que está tumbada se abandona a las manos de su dulce verdugo. El cinturón con vibrador penetra la vulva y actúa en el clítoris con delicadas vibraciones. No hay escapatoria ante este castigo orgásmico. El placer juzgado con cadena perpetua…
16. La Mecedora Marina
Humedéceme.
Para este dulce ahogamiento en el placer, bastará con una bañera profunda y agua caliente y perfumada. Luego, solo tendréis que dejaros llevar y confiar en los placeres de una humedad acogedora... y dejar que se pare el tiempo meciendo vuestros cuerpos.
17. El Doble Yo
Yo soy tú, tú eres yo.
Ambas utilizan un mismo objeto que las penetra simultáneamente. Están en postura de espejo y tienen la impresión de ser una misma persona en la búsqueda de un mismo placer. Es el momento de la fusión, del descubrimiento de una simultaneidad orgásmica que lleva a una y a la otra a rozar el mismo cielo.
18. La Exploración de las Profundidades
Explórame.
Los dedos de la mano penetran rígidos en la vagina para explorar con calma pero con constancia los genitales de su chica. La lengua también puede entrar en juego y lamer un pezón casi por sorpresa.
19. La Boca Golosa
Devórame.
La boca busca golosa ese pequeño orificio sutil y delicado. Mientras una está a cuatro patas, la otra le practica un anilingus. Lengua y ano forman aquí una combinación perfecta que se transforma en un intenso placer.
20. La Succión
Succióname.
La boca succiona el sexo femenino. Se trata de un bombeo constante en el que la lengua no participa pues se reserva para otros placeres.
21. El Sutil Encuentro
Frótate.
Todo está permitido en este sutil encuentro de vulvas: el roce, la succión, la quietud… Lo importante es que cada una fije su mirada en los ojos de la otra, desafiante y cómplice de asistir a sus reacciones ante el placer.
22. La Trompa de los Alpes
Sóplame.
Mientras una se ofrece por completo a la otra en un equilibrio inestable, la otra da rienda suelta a su deseo soplando suavemente entre las nalgas de su pareja dando lugar a una postura que recuerda a una trompa de los Alpes.
23. El 69
Comámonos.
He aquí el famoso 69 pero en versión lésbica. En esta postura, lo que pasa en un lado, pasa en el otro. Una devora a la otra de manera intensa. Chupar, morder, lamer… ¡todo está permitido! Lanzaos a la búsqueda del orgasmo compartido y simultáneo.
24. El Roce por Sorpresa
Acaríciame.
Una se coloca detrás de la otra y se roza contra ella. Los senos se endurecen con el roce de la espalda. La mano se desliza entre las piernas casi por sorpresa y roza los labios en una caricia sutil, delicada y tierna.
25. La Revisión Ginecológica
Auscúltame.
Los juegos aportan un componente de excitación extra a las relaciones sexuales. Aquí tendréis que hacer como si estuvierais en la consulta del ginecólogo para buscar una pequeña molestia en lo más profundo de la vagina. Sin embargo, no es dolor lo que la paciente va a descubrir, sino el placer de abandonarse a la mano experta de una ginecóloga enamorada.
Textos: A. Héril
Ilustraciones: F. Braun